«25 días de infierno» con centros sin médicos, sin material de protección en las residencias de ancianos.

Residencias de ancianos sin médicos y enfermeros, sin material de protección, sin test, sin respiradores, sin posibilidades de derivación de pacientes a hospitales. Residencias de ancianos que recibían de las administraciones «instrucciones cambiantes».

Residencias de ancianos con «el triple de bajas laborales» que el personal sanitario.

Residencias de ancianos que a principios de junio siguen «sin diagnóstico de todos los residentes y trabajadores».

Residencias de ancianos a las que las comunidades autónomas enviaron Equipos de Protección Individual (EPI) de forma «esporádica, insuficiente y desordenada».

Residencias de ancianos que tenían cadáveres porque las funerarias no iban a recogerlos.

Residencias de ancianos que no obtenían respuesta de algunos ministerios o un simple acuse de recibo de otros.

Todas las comillas y algunas más están en un informe del Círculo Empresarial de Atención a Personas (CEAP) fechado el 5 de junio y en las palabras de su presidenta, Cinta Pascual, en una entrevista que ha concedido este sábado a EL MUNDO.

 En muchas residencias faltaba personal porque se lo llevaba el sistema sanitario, que pagaba más, o porque se le daba de baja hasta por teléfono sin hacerle la prueba. No había oxígeno, ni test, ni material de protección. No se contrató a médicos extranjeros que tenían titulación pero no residencia legal. Nos enfrentamos a dilemas éticos al administrar morfina a algunos ancianos pensando si en otras circunstancias podría haberse hecho otra cosa. Solicitábamos reuniones y material y no nos contestaban o nos decían que nos entendían pero nada más. Pedimos reuniones con Pedro SánchezPablo Iglesias y Salvador Illa. Llamamos a Moncloa, Vicepresidencia, Sanidad, Defensa y Migraciones. Lo que hicimos fue pedir auxilio. La pandemia está pasando, pero no se ha acabado. Pero lo que sí puedo decir es que hubo 25 o 26 días de infierno.

Un día llamé al director de una de las mejores funerarias con las que trabajamos y le pregunté por qué no venían a recoger a los difuntos. Y me contestó: ‘Porque no tengo equipos de protección para mandar a mi gente a recoger cadáveres.  El Informe analítico de gestión en centros residenciales en España durante el Covid-19 denuncia el «abandono de las administraciones» a este mundo residencial y colectivo sobre el que se cebó la pandemia.

 A principios de abril tuve una reunión muy dura con nuestros gerentes de distintas comunidades. Les dije que la situación era como una guerra en la que no teníamos armas, ni estábamos protegidos, y que había que buscar proveedores y hacer una compra masiva de material. Localizamos a un proveedor español que trabajaba con China y llenamos un avión con mascarillas, guantes, batas, test… El 1 de abril, el proveedor nos llamó diciendo que el avión estaba en el aeropuerto de El Prat y que tenía el OK del Gobierno. Pero pasaron los días con aquello paralizado y el 9 de abril el mando único decidió enviar todo ese material a otras partes.

FUENTE: elmundo.es LEER LA NOTICIA COMPLETA Pinchando AQUI
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