Los datos de la Generalitat confirman el fracaso de las vacunas.
Los datos de la Generalitat de los últimos 45 días confirman el fracaso de las vacunas: tienen una efectividad negativa
A finales del pasado mes de enero, la directora del Servicio Catalán de la Salud, Gemma Craywinckel, informó que el gobierno catalán se disponía a modificar el método de recuento de los casos Covid-19 . De esta forma reconocía que hasta entonces se habían estado registrando como “pacientes Covid-19” ingresos motivados por otras patologías. Una confesión trascendental, que confirmaba el escaso rigor estadístico que ha perfilado el guión pandémico seguido por las autoridades sanitarias desde 2020.
Las instituciones se habían servido de cifras distorsionadas para sobredimensionar la incidencia del coronavirus y poder justificar las drásticas restricciones impuestas. Por este motivo, se presentó como un simple ajuste técnico en el sistema de recuento aprovechando el mismo día en que la Generalitat anunciaba la retirada del pasaporte sanitario.
A partir de ahí, podría esperarse que los datos recopilados por la administración catalana se convertirían en más fieles a la realidad epidemiológica. Desde el principio el ejecutivo ha estado publicando la evolución de la pandemia en nuestro país a través del portal datoscovid.cat , que se actualiza cada pocos días. La herramienta permitió conocer cómo el departamento de Salut programaba la práctica de pruebas diagnósticas en función de lo que más le convenía , en todo momento, en su controvertida gestión.
A pesar del volumen de cifras que el sitio web ofrece, no posibilita al usuario determinar el alcance de la vacuna, puesto que no se segrega el número de afectados según este parámetro. Es necesario recurrir al portal de datos abiertos de la Generalitat para poder acceder a los datos que incluyen la relevante variable. Se agregan los valores en bruto, requiriéndose de una tarea de tratamiento de datos previo para extraer conclusiones útiles.
Con el análisis del grueso de datos oficiales recogidos, aparecen circunstancias demoledoras respecto a la eficacia de las vacunas. De acuerdo con el Gobierno , a 14 de abril de 2022 la tasa de ciudadanos de Cataluña que contaban con la pauta completa era del 79,9%. En cambio, del total de casos de contagio confirmados en los 45 días inmediatamente anteriores, el 83,23% estaban completamente vacunados.
Sin embargo, al poco de ponerse en marcha la vacunación masiva, el fármaco ya se había revelado incapaz de prevenir tanto el contagio como la transmisión del SARS-CoV-2. Ante la evidencia de que no tenía propiedades esterilizantes, se recondujo el discurso para presentar la vacuna como garantía de protección frente al agravamiento de la enfermedad. En este sentido, se reducirían las posibilidades de sufrir complicaciones derivadas de la Covid-19. La inconsciencia del no vacunado, en cambio, le exponía a notables riesgos de acabar intubado o traspasando.
Pero los datos oficiales desmienten de nuevo el relato dominante. Según la información de la propia Generalitat, un 83,7% de los individuos hospitalizados por Covid-19 entre 1/3/2022 y 14/4/2022 disponían de la pauta completa de vacunación. Por lo que se refiere al empleo de UCI, el 81,71% de críticos había recibido adecuadamente las dosis establecidas por las autoridades sanitarias. En el caso de las defunciones registradas en este período, casi el 86% estaba completamente vacunado.
En definitiva, los datos oficiales de los últimos 45 días manifiestan la carencia de utilidad de las inyecciones. No evitan ni el contagio, ni la transmisión, ni protegen al paciente de presentar cuadros clínicos graves. En todas las categorías de afectados por Covid-19, los vacunados representan una proporción mayoritaria, cuyo peso específico supera el nivel de población vacunada respecto al conjunto de la ciudadanía.
