El pancatalanismo consiste en cambiar ese estado de cosas en el mínimo tiempo posible.El pancatalanismo valenciano, financiado y creciendo.

Las máximas autoridades valencianas, con el presidente Ximo Puig a la cabeza, no se cansan de proclamar que el pancatalanismo, en la Comunitat, es un “fantasma”. Pese a repetir este mantra sistemáticamente, desde que Compromís y el PSPV llegaron al poder en las principales instituciones valencianas, se han preocupado de que a ese “fantasma” no le falte sustento. Alimentar algo etéreo no parece que sea de sentido común. Lo que nos lleva a pensar que, en vez de un “fantasma”, nos encontramos ante el hermano malvado que esconden en el desván. Atendiendo al razonamiento de Puig, nuestros dirigentes se han gastado millones de euros en algo que no existe, en humo. De ser cierto sería, como mínimo, irresponsable.

Lamentablemente, el pancatalanismo es real, y se manifiesta ahora con más fuerza, precisamente porque se le ha hecho crecer durante décadas artificialmente. Como no ha logrado convencer a casi nadie por sí solo, se le ha cebado de dinero público para ganar peso social, y eso ha hecho que, cuando ha llegado el momento, adquiera presencia e influencia en nuestras instituciones. Una presencia que siempre tiene la mirada puesta en la conquista de la calle y en la plasmación final de la falacia de los ‘països catalans’. Valencianos que comulguen con el separatismo hay muy pocos, pero la misión de las entidades que promueven el pancatalanismo en la Comunitat Valenciana consiste en cambiar ese estado de cosas en el mínimo tiempo posible. Tener financiación constante les ayuda sin duda a entrar en el juego.

Si seis presidentes de la Generalitat de Catalunya, incluidos los dos que pertenecían al PSC-PSOE, han promovido y subvencionado proyectos como los de Escola y ACPV, es porque los objetivos de ambas entidades coinciden con lo único que une a los seis: una catalanidad mal entendida, sectaria y, a menudo, interesada. Nadie da tanto dinero a cambio de nada.

En contratos y subvenciones, desde 1984, la administración catalana lleva invertidos más 32 millones de euros en el conglomerado de entidades de las que ACPV es el buque insignia. Las instituciones valencianas, en menos de cuatro años, desde 2015, han gastado en pancatalanismo casi 2 millones.

FUENTE: ES DIARIO  Leer la noticia completa PINCHADO AQUI

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