¿Qué es lo que pretenden con el confinamiento?
¿Qué es lo que pretenden con el confinamiento?
Lejos de ser una medida sanitaria -las instrucciones sanitarias son mínimas, contradictorias y a veces sin sentido ni justificación-, las medidas son policiales y de absoluto control social. Se ha suspendido la libertad de prensa y la poca prensa “discrepante” responde a un esquema de “disidencia controlada”.
Se ha suspendido la libertad de expresión con censura activa de canales de internet y con amenazas de sanción. Se han roto los vínculos y hábitos sociales: se ha aislado humana y psicológicamente a los ciudadanos:
– personal esencial o carceleros
– personal no esencial o presos
Para entender este experimento en el que estamos, hay que tener en cuenta tres factores:
-
¿Qué aportan los ciudadanos a esta situación? (piden control, piden protección, piden castigo)
-
¿Qué es lo que obtiene el sistema de los ciudadanos? (Justificación para tomar cualquier medida)
-
¿Cuál es el sistema que crea y mantiene esta situación? (la contradicción y el caos y el miedo)
-
Y una última pregunta ¿podría volver a ocurrir un “holocausto” a día de hoy (-eutanasia, vacunación forzada, microchipado involuntario, «ejecución» de “portadores”, de imbéciles o de inútiles-)? (SI).
Como en el experimento de Milgram, el modelado de la población es insidioso, poco a poco, aumentando por fases el nivel de control y de sadismo.
Lo que ahora es impensable, poco a poco se convertirá en posible y más tarde se podrá hacer realidad.
Hace tan solo cinco meses la existencia de eutanasia activa involuntaria es este país era impensable y se trabajaba en una ley que “regulase” la “eutanasia voluntaria compasiva”. Hoy vemos cómo a los mayores de 75 años se les niega tratamiento y se les aplica una inyección para terminar con su vida.
Esa inyección no la inyecta un político, un carcelero o un sicario, sino profesionales sanitarios “de confianza”.
Hasta hace muy poco, la izquierda abanderaba una oposición contra la Ley mordaza y el abuso de la policía.
Pero hoy vemos que se aplaude la violencia gratuita de la policía y multas absurdas con imputación de delitos de desobediencia, juicios rápidos y medidas de arresto y reclusión.
Hace unos meses se hablaba de la necesidad de mantener la independencia judicial y la separación de poderes, pero hoy es evidente que no existe ninguna de las dos cosas.
Todo, poco a poco.
Milgram predijo en los años 70 que el 80% obedecería cualquier tipo de orden -incluso matar-.
La cuestión es cómo se “construye” el escenario.
PRIMER PASO: Anular la responsabilidad.
De todas las barbaridades que se están perpetrando, nadie se va a hacer responsable, porque la toma de decisiones se hace de forma piramidal y en la cumbre están cargos políticos a los que ningún juez condenará.
Se ha suspendido el parlamento, el funcionamiento judicial y las funciones del “Defensor” del Pueblo y del “Tribunal” Constitucional.
Nadie es responsable y nadie va a resultar responsable de nada.
Estamos en medio de un experimento de “purga” y de sálvese quien pueda inyectando dos miedos muy intensos: el miedo a un supuesto virus y el miedo al Gobierno.
La población no actúa por sadismo o por masoquismo sino por supervivencia.
Unos creen que sobrevivirán mas fácilmente siendo sádicos con sus convecinos y otros siendo sumisos.
Todo ello lo enlazamos con la “teoría del riesgo moral” -de Adam Smith y Kenneth Arrow-, que dice que ante la falta de consecuencias de nuestros actos, tendemos a ser muy descuidados.
FUENTE. scabelum.com VER LA NOTICIA COMPLETA PINCHANDO AQUI